Durante siglos la alopecia masculina ha sido causa de preocupación y ha llevado a buscar pócimas y soluciones milagrosas que fueran la solución definitiva a tan extendido problema. En todos los países y con distintos nombres, se han comercializado miles de sustancias vulgarmente conocidas como “crece-pelos”. En sus carátulas se prometía la melena de Sansón o el tupé de Elvis Presley, siempre aprovechando la preocupación de esos hombres afligidos y ávidos de una solución definitiva a su problema y nunca logrando demostrar lo que proclamaban. Aún a día de hoy, hay algunos productos en el mercado que se jactan de ser la solución definitiva a la alopecia androgenetica, todos ellos tienen en común ser más pretenciosos que eficaces.

 

Alopecia androgenética

 

Y dado que no consiguen que crezca pelo donde no hay, cada día aparecen más productos anticaída: champús, lociones, mascarillas, ampollas, cápsulas, en las farmacias y parafarmacias de todo el mundo. Sin embargo, ha quedado demostrado que hasta el momento sólo han conseguido frenar la caída del cabello dos sustancias, el Minoxidil  al 5% aplicado una vez al día sobre el cuero cabelludo, sustancia inocua a nivel cutáneo y que mediante su mecanismo de acción como vasodilatador, aumenta el riego sanguíneo en la zona y favorece que el pelo crezca más fuerte, y el Finasteride 1 mg, tomado por vía oral a diario, con sus conocidos efectos secundarios a nivel hepático y sobre los caracteres sexuales masculinos. Ambos deben aplicarse e ingerirse respectivamente de forma indefinida debido a su efecto “rebote” cuando se abandonan.

 

Por otro lado, y también desde hace muchas décadas, se sigue avanzando en la búsqueda de la solución a la alopecia androgenetica mediante otros métodos. Hace casi un siglo se inició el trasplante capilar, con las técnicas más rudimentarias que permitían trasponer pequeñas o grandes parcelas de cuero cabelludo para cubrir las áreas más despobladas. Se fue perfeccionando la técnica hasta que la cicatriz de la intervención se limitó a una línea horizontal que cruzaba la zona occipital de oreja a oreja, técnica conocida con el nombre de la tira (FUS) y que aún hoy se sigue realizando en todo el mundo. En los últimos 15 años se ha logrado un gran avance en el trasplante capilar con el desarrollo de la técnica FUE, la más novedosa hasta el momento, debido a que gracias a su procedimiento con material microquirúrgico, ya no es necesario trasponer fragmentos completos de cuero cabelludo ni extraerlos y cortarlos en otros más pequeños para implantar el pelo de forma más natural, si no que se ha logrado la extracción individual de las unidades foliculares y el implante de las mismas en las zonas despobladas con microincisiones que no dejan cicatrices visibles al ojo humano, consiguiendo una redistribución del patrimonio capilar del paciente sin las antiestéticas cicatrices de todas las técnicas previas.

 

Pero la necesidad del ser humano de buscar soluciones a un problema mundial que afecta al 40% de la población masculina entre 18 y 40 años, y a más del 90% de la población masculina mayor de 70 años, ha llevado a investigar en el campo de las células madres y la clonación. En este momento se está ensayando sobre el uso de PRP (plasma rico en plaquetas) con el objetivo de conseguir un aumento de la densidad capilar en pacientes que aún no han desarrollado una alopecia androgenetica muy avanzada. Son conocidas en Medicina las cualidades regenerativas de las plaquetas y sus factores, y por ello es una sustancia que se ha comenzado a aplicar desde hace unos años, en distintos campos, como la traumatología, buscando sus beneficios en la regeneración de tendones y en la consolidación de fracturas, en la odontología favoreciendo la cementación de los implantes, en la cirugía reparadora para buscar mejores resultados en cicatrización y en la medicina estética por sus efectos a nivel de la regeneración de sustancias como el colágeno a nivel cutáneo. En la tricología (ciencia que estudia el pelo, sus enfermedades y sus posibles tratamientos) son aún pocos los estudios realizados sobre sus beneficios en la alopecia androgenética y con resultados controvertidos, por lo que se ha de seguir investigando sobre ello y precisamente en Clínicas Ceta estamos a punto de iniciar un estudio en ese sentido.

 

También se ha descubierto que a nivel del bulbo piloso, en su base, zona conocida como papila, existen células madres que favorecen la regeneración del pelo en cada ciclo de crecimiento del mismo, por lo que se está estudiando sobre su empleo en tricología, planteando un posible uso de estas células para lograr la clonación del folículo, pero aún las investigaciones están en sus fases más tempranas y sin haber demostrado hasta ahora ningún resultado aceptable.

Por lo tanto, en este momento, lo único realmente eficaz para frenar la caída de pelo en la alopecia androgenetica, que ha demostrado serlo en estudios contrastados y que se emplea a diario en todo el mundo, son las dos sustancias indicadas anteriormente, el Minoxidil y el Finasteride. Y en aquellos casos en los que la alopecia androgenetica está avanzada o en aquellos pacientes que no han conseguido ningún beneficio tras el uso de estas sustancias, a día de hoy, el trasplante capilar por técnica FUE, es el método más efectivo para recuperar el pelo en las zonas despobladas, debido a que no hay cicatrices perceptibles tras la intervención y se consigue un resultado muy natural.

Ninguna de estas dos sustancias, ni tampoco el trasplante, son la cura de la alopecia, pero pueden ayudar al paciente a sentirse mejor, mientras se sigue investigando sobre nuevas técnicas que consigan resultados al menos tan buenos como los que ellos han demostrado, o, por que no, simplemente se invente el “CRECEPELOS” perfecto.

Dra. Cristina de Hoyos Alonso

Dermátologa y experta en trasplante capilar

Clínicas CETA